Fui diagnosticada con resistencia a la insulina a los 28 años, una condición silenciosa que puede hacer estragos en tu cuerpo. A partir de ese momento, mi hermana (Trini) me ha guiado en la alimentación y en la práctica deportiva, haciéndome entender en cada paso el impacto de la comida en mi cuerpo y cómo afecta según mi condición. Gracias a ella hoy, a mis 33 años, soy una mujer sana, enérgica, con mejor condición física y, lo más importante, sin medicación.