Hace 1 año tuve el placer de hablar con la Doctora Lucía Delgado, Médico Internista y Reumatólogo, sobre la relación que existe entre la Artrosis y la Obesidad. Hoy retomo esta conversación a propósito de que octubre es un mes en el que se busca concienciar a las personas sobre las Enfermedades Reumáticas. En octubre no pude, así que lo hago ahora en noviembre 😊
¿Te han dolido las rodillas cuando aumentas de peso? Si es solo por el peso ¿por qué también te duelen las manos o cualquier otra articulación? Te invito a leer esta entrevista para conocer más sobre la Artrosis y cómo la Obesidad te predispone a padecerla, y no solo por el peso…
Trinidad Carrasco: Primero que nada, vamos a entender ¿Qué es la Artrosis?
Lucía Delgado: Artrosis es una enfermedad reumática, muy común en la población en general, que afecta directamente al cartílago articular.
Por su parte, la Osteoartritis es un estado inflamatorio de ese cartílago articular que generalmente se da en las articulaciones grandes como las rodillas, las caderas, la columna lumbar, porque son las articulaciones que soportan todo el peso del cuerpo. Además que puede afectar también a todo el conjunto de estructuras que conforman una articulación: superficies capsulares, meniscos, tendones, ligamentos.
Trinidad Carrasco: ¿Quiénes están predispuestos a hacer una Artrosis o una Osteoartritis?
Lucía Delgado: Existe una mayor predisposición en personas:
- Mayores de 50 años, con mayor frecuencia en el sexo femenino que en el masculino
- Que desde la infancia o nacimiento tienen alguna deformidad articular
- Con familiares de primer grado que padezcan de artrosis (abuelos, padres, hermanos)
- Obesas
Trinidad Carrasco: ¿Cómo es ese proceso en el que una articulación o cartílago sano progresa hasta una Artrosis o hasta un proceso inflamatorio como una Osteoartritis?
Lucía Delgado: En el cartílago articular existen los mecanoreceptores que se encuentran en la superficie del cartílago o condrocitos. Normalmente existe una reacción inflamatoria local que no se atiende a tiempo y eso va progresando hasta lograr un desgaste.
Los mecanismos fisiopatológicos que se generan son un sinfín, con la producción de quimioquinas, citoquinas inflamatorias, metaloproteinasas, que intervienen en ese desgaste.
Ahora bien, ese ambiente inflamatorio se genera intracelularmente por muchas causas que lo desencadenan y una de esas es la Obesidad.
Históricamente se creía que existía un solo factor directo biomecánico. Es decir, yo tengo una carga por la Obesidad, yo estoy pesado y me va a lesionar el cartílago articular. Pero ya eso quedó atrás, ya se ha demostrado que la Obesidad, a través de los adipocitos, tienen células que liberan una serie de proteínas inflamatorias que van a desencadenar una destrucción del cartílago.
Por eso es que el paciente con Artrosis puede presentar lesiones en las manos, en la columna vertebral, en las rodillas, en las caderas, en los hombros, etc.
Trinidad Carrasco: En las rodillas se pudiera entender porque allí es donde hay más impacto, pero ya cuando llegamos a otras articulaciones que no están tan influenciadas por el peso entonces te preguntas ¿por qué un obeso puede tener esas molestias?
También se encuentran casos donde personas obesas presentan un mayor desgaste en articulaciones que incluso deportistas de alto rendimiento que utilizan la misma articulación. Si fuese solamente por la parte biomecánica, no se explicaría solamente por ese mecanismo.
Lucía Delgado: Como dijimos anteriormente, sí existe inicialmente una reacción local donde hay una lesión inicial y esa lesión inicial corre con el tiempo. El paciente a pesar de estar inflamado, a pesar de que tiene molestias, se toma un antiinflamatorio y se automedica o va al médico, le ponen un tratamiento puntual y se mejora, pero el paciente vuelve a los meses o a los días con la misma molestia y hace sus actividades diarias pero con esa limitación, se acostumbra a la limitación, que es lo que uno quiere evitar, que el paciente sufra.
Normalmente el paciente llega con una rodilla inflamada, enrojecida, con limitación funcional, llena de líquido, ahí es cuando decimos que está viniendo tarde y le haces un rayos X y ya el espacio femorotibial está totalmente disminuido, hay un roce articular bestial que lamentablemente es difícil de revertir. Ya en ese punto se queda un poco corto el material que tenemos desde el punto de vista terapéutico, antes de llegar a la cirugía.
Hay estudios que demuestran que una reducción del 5% del peso corporal favorece muchísimo a un individuo que padece de Artrosis, disminuyen las molestias, mejora la movilidad y el paciente puede desarrollar una vida muy normal.
Trinidad Carrasco ¿Qué hay más allá de la biomecánica, del peso?
Lucía Delgado: La Obesidad se da porque hay un depósito en el tejido graso. Hay dos tipos de tejido graso, un tejido graso que está dispuesto en el cuerpo humano para ser termorregulador (este tejido no es el que afecta) y está el tejido blanco que es el que sí afecta, conformado por una serie de proteínas que son las adipoquinas (como la leptina, adiponectina y resistina), que actúan con una señalización hormonal.
La leptina es una de las más estudiadas desde el punto de vista de obesidad, y está demostrado un incremento de esta hormona en pacientes obesos, de su señalización y la producción de todas las citoquinas proinflamatorias que mantienen en el paciente obeso el estado inflamatorio crónico. Es un paciente que siempre va a estar inflamado desde todo punto de vista y eso está relacionado con el aumento de la producción de melatoproteinasas y de otras series de células que van a mantener a esa articulación desgastada, inflamada y por lo tanto habrá un daño articular crónico. Es un paciente que tiene un desgaste continuo, mientras permanezca con obesidad.
Además, es un paciente que normalmente por estar obeso tiene más consumo, hay un desbalance en el consumo de alimentos con Omega 6 (alimentos que no favorecen al paciente desde el punto de vista articular), y de Omega 3 (alimentos que sí favorecen al paciente).
Trinidad Carrasco: Vamos a ampliar la información sobre la Leptina porque nos estás hablando de que la leptina es una de las adipocinas que producen inflamación y toxicidad a nivel articular.
Trinidad Carrasco: Además, hacer un recordatorio de que en el contexto de un paciente obeso no solamente hablamos de resistencia a la insulina sino que también hablamos de resistencia a la leptina.
La leptina es una hormona que se produce a nivel de los adipocitos y que tiene la función de mandar una señal al hipotálamo para indicar que estamos listos para parar de comer. Pero en pacientes obesos, la leptina está altísima, se pierde la sensibilidad a nivel del hipotálamo y, de esos altos niveles, que no están siendo procesados a nivel de hipotálamo, son los que van a afectar y van a producir la liberación de esas citoquinas proinflamatorias que, además de afectar inflamación a todo nivel, uno de los procesos que también afecta es la parte articular.
En cuanto a la adiponectina, más bien está relacionada como un factor protector para resistencia a insulina y como un factor antiinflamatorio. En los pacientes con obesidad y con enfermedades metabólicas diversas, los niveles de adiponectina más bien están bajos.
Pero, con respecto a la articulación hay una controversia. Hay unos estudios que hablan que el aumento de adiponectina puede producir un efecto negativo en la articulación, mientras que otros estudios dicen lo contrario. Según nuestra lógica, se supone que los niveles bajos de adiponectina en obesidad más bien deberían ser un factor proinflamatorio.
Lucía Delgado: Por otra parte, la resistina aumenta con la artrosis. La resistina lo que hace es permitir la sobrevida del macrófago. El macrófago es una de las células que incitan algunas células proinflamatorias. Al mantener ese macrófago vivo y actuando, se mantiene y se propaga la sobrevida de la inflamación. Esa inflamación va a persistir e insistir en ese cartílago y articulación y la va a desgastar, va a lograr su objetivo.
Trinidad Carrasco: ¿Cuáles son las articulaciones más comúnmente afectadas en pacientes con Artrosis?
Lucía Delgado: Son las rodillas, caderas, hombros e interfalángicas.
En el caso de hombro doloroso que se trata ya de un problema de tendones, del manguito rotador, de un mal movimiento o simplemente contracción muscular, también en esos pacientes ocurre una disminución de ese roce articular, cuando lo vas a evaluar ya hay un estado proinflamatorio, ya hay un desgaste articular.
En el caso de las interfalángicas, generalmente son personas que se dedican a tareas que desgastan este tipo de articulaciones, con sobrepeso, que comen muy mal y son personas que por la edad y por las condiciones muchas veces tienen artropatías por cristales, que predispone más al paciente a la inflamación.
Trinidad Carrasco: ¿Cuáles son los síntomas de la Artrosis? ¿Qué es lo que comienza a sentir un paciente?
Lucía Delgado: Básicamente los pacientes comienzan con dolor y con limitación funcional, muchas veces hay rigidez en la mañana, cuando se despiertan sienten las manos hinchadas y les cuesta moverlas y en la medida que pasa el día y van moviendo las manos mejora el dolor, como hay otros dolores que nunca mejoran, que son persistentes desde la mañana hasta la noche. Otros dolores se incrementan en la noche, sobre todo los dolores asociados a la fibromialgia, asociados a la parte mecánica articular, cuando el paciente trabaja mucho tiempo parado, trabaja caminando calles.
Trinidad Carrasco: ¿Hay alguna forma de determinar si el paciente debería ir primero a un traumatólogo o a un reumatólogo?
Lucía Delgado: La figura del reumatólogo en países subdesarrollados aún no es del todo clara.
Un reumatólogo estudia los dolores articulares, incluyendo partes blandas (contractura muscular, tendinitis). Ahora bien, el traumatólogo está más enfocado a traumatismos en donde el paciente por un traumatismo directo presenta una lesión aguda (menos de 15 días), donde hay una rotura de un tendón o una fractura de un hueso. En el caso del reumatólogo es un paciente crónico que presenta desde hace mucho alteraciones en las articulaciones, dolor, que no es un dolor que incapacita pero es un dolor que molesta, es un dolor que mejora tres días pero que empeora cinco.
Trinidad Carrasco: ¿En el caso de la Artrosis específicamente cómo sería ese dolor?
Lucía Delgado: Es un dolor de tipo inflamatorio donde el paciente mejora con la movilización y empeora con el reposo. Por eso es que en los casos de ambientes fríos, el paciente tiene la tendencia a no moverse, a estar abrigado, a entumecerse y cuando realiza algún movimiento nota un fuerte dolor en la articulación.
Trinidad Carrasco: ¿Qué debe esperar un paciente con Artrosis en una consulta de Reumatología?
Lucía Delgado: En primer lugar, en Reumatología como en Medicina Interna y seguramente en otras especialidades, es obligatorio hacer una historia clínica contundente, donde se registre la sintomatología desde el momento en que inició hasta el momento actual.
En segundo lugar, los antecedentes familiares.
Por otro lado, un examen funcional donde podemos ver cómo está el paciente desde el punto de vista general y cómo está desde el punto de vista físico. El peso es muy importante en el paciente, el Índice de Masa Corporal, relacionar talla y peso, inclusive la medida de la circunferencia abdominal.
También se evalúa cuál es la ocupación del paciente, en qué posición pasa la mayor parte del día, qué articulaciones utiliza, si utiliza una silla ergonómica, cuántas horas de trabajo y descanso tiene.
Cabe destacar, que no hay un examen de sangre que diga que el paciente tiene artrosis.
Son vitales los estudios de imágenes: ecografía, rayos X, resonancia, dependiendo de lo que se consiga en el examen físico.
Una vez obtenidos los resultados se procede al planteamiento del tratamiento.
Trinidad Carrasco: ¿Hay un tiempo estipulado en que la persona pueda hacer la Artrosis y progresar hasta un problema serio que amerite incluso un reemplazo de la articulación?
Lucía Delgado: Más de 6 u 8 años si ese paciente no ha recibido traumatismos sucesivos previos.
Muchas veces la obesidad no permite una buena deambulación y el paciente tiende a caerse, a utilizar los zapatos inadecuados.
Trinidad Carrasco: Definitivamente lo más importante es la prevención. Ya hemos entendido que la Artrosis es un proceso inflamatorio que no solamente se produce por impacto o por el peso, sino también por la toxicidad que producen todas estas citoquinas inflamatorias que se liberan a través del tejido adiposo en la obesidad, que alteran esa anatomía a nivel de la articulación.
Trinidad Carrasco: Entonces ¿qué hacer si sabemos que la artrosis es un proceso inflamatorio?, tenemos que basarnos en disminuir esos factores inflamatorios para podernos sentir mejor.
Parece increíble pero una persona que comienza un Plan de Alimentación adecuado, en una semana ya no siente dolor y la base de eso es la relación entre Omega 3 y Omega 6 y yo creo que ahí está la base para la prevención o para la mejora. Por supuesto estructurado dentro de un plan completo.
Una de las cosas que más nos está afectando actualmente es ese desbalance entre Omega 3 y Omega 6 y no se trata de que el Omega 6 persé sea malo, en realidad no, cada uno tiene su función, porque sin inflamación y sin producción limitada de radicales libres nosotros no existiríamos. El problema es que se ha perdido el equilibrio y que ese proceso inflamatorio se perpetúa en el tiempo cuando ya no debería estar presente.
Entonces, ¿qué es lo que tenemos que hacer para tratar de recobrar el equilibrio entre Omega 3 y Omega 6?
Una dieta equilibrada debería plantearse con una relación Omega 3 – Omega 6 1:1 a 4:1.
¿Cuál es el problema? Que la dieta que tenemos actualmente la relación es 1:20, porque estamos ingiriendo demasiado Omega 6 y nada de Omega 3.
¿Cómo restablecer el balance?
- Primero saber dónde está el Omega 6: aquí hay que hacer una distinción entre productos procesados y naturales. La recomendación es eliminar o bajar el consumo de procesados y ultraprocesados (aceites vegetales, cereales de caja, productos instantáneos, papas fritas de bolsa, productos light, etc) y seguir consumiendo los naturales (aguacate, nueces).
- Consumir más Omega 3: aceite de oliva, pescados azules (sardinas, salmón, caballa, atún), chía, linaza, semillas de girasol.
- Consumir alimentos antiinflamatorios como la cúrcuma, canela, jengibre y antioxidantes como verduras, hojas verdes, frutas.
Lo que nos tiene enfermos es la cantidad de productos procesados que nuestro cuerpo no sabe qué hacer con ellos. Pero es que es increíble, pacientes que tienen meses con dolor y en una semana con una dieta antiinflamatoria, ya no tienen dolor.
Es necesario hacer un esquema nutricional antiinflamatorio, haciéndole saber al paciente siempre que esto es individualizado, porque cada individuo tiene una condición diferente al otro.
Debes hacer una dieta antiinflamatoria para evitar que se disparen señales en tu cuerpo que indiquen que algo no está bien. La clave está en prevenir. Hazlo antes de tener el proceso inflamatorio.
Dra. Trinidad Carrasco
Si quieres ver la conversación completa aquí te dejo el video: